La fecha de 2014 marcó un hito para la historia de Almería. Los almerienses podríamos celebrar un Milenio y esa fecha no debería pasar desapercibida, teníamos que celebrarlo con orgullo y además éramos conscientes de la necesidad de transmitirlo a la ciudadanía.
Efectivamente 1014 ha sido una de las fechas más importantes para Almería, pues ese año el general Jayrán proclamó el reino taifa de Almería y estableció su corte en la ciudad, que medio siglo antes (955) había fundado el califa de Córdoba Abderrahmán III. Con Jayrán y sus sucesores Almería alcanzó una gran prosperidad económica y cultural, convirtiéndose en la tercera ciudad más populosa de Al-Andalus, en uno de los puertos más importantes del Mediterráneo y en un foco de atracción para mercaderes, artistas, filósofos, poetas, historiadores…
Ruinas del antiguo castillo de Marchena, frente a Alicún y Huécija. © Fotografía: Pako Manzano
Si 1014 fue una fecha que inauguró y simboliza uno de los periodos más brillantes de la historia almeriense, era justo conmemorar la efemérides al cumplirse los mil años. El Milenio del Reino de Almería se presentaba como una magnífica oportunidad para reforzar los vínculos con nuestro pasado, para darnos la oportunidad para fortalecernos como comunidad y para ofrecer a los demás algo nuestro, valioso, único.
Sin embargo quizás los almerienses, ciudadanos e instituciones, no supimos expresar demasiado la fuerza de la celebración y la importancia para nuestra memoria como provincia. Fue una celebración desaprovechada, pero, sin embargo, abrió las puertas para conocer y valorar aún más nuestro legado hispanomusulmán, nuestros Tesoros del Milenio.
Un tesoro es algo escondido y desconocido, pero muy valioso, y este substantivo sirve perfectamente para definir muchos bienes culturales y huellas de la presencia hispanomusulmana, y específicamente del Milenio del Reino de Almería, dispersos en nuestra provincia.
La celebración de nuestro Milenio bien merecía la pena de acudir al rescate de ese Patrimonio hispanomusulmán poco conocido, que abarca desde ruinas de castillos y fortificaciones, paisajes agrarios, estructuras hidráulicas y referencias urbanísticas que nos han llegado hasta hoy. Suponía una de las manifestaciones más representativas del patrimonio histórico-cultural de nuestra provincia, formado por los testimonios significativos, materiales e inmateriales, legados por las comunidades humanas a lo largo de la historia.
De ahí surgió Tesoros del Milenio, proyecto organizado por la Diputación de Almería y la asociación Amigos de La Alcazaba de Almería como contribución a la conmemoración del Milenio del Reino de Almería en nuestra provincia, donde existe un rico y muchas veces desconocido patrimonio cultural de hispano-musulmán, “tesoros” que merecen ser difundidos y disfrutados por todos los almerienses y visitantes de nuestra provincia.
Constituía un proyecto ambicioso y apasionante para diseñar y ofertar seis rutas guiadas, ampliadas a nueve en 2015, por la provincia de Almería, rutas convertidas en experiencias especiales, siempre guiadas por el arqueólogo Lorenzo Cara y acompañadas por la música del multiinstrumentalista Abdel Aziz Samsaoui o el trabajo etnográfico de Javier Viana.
Baños de la Reina en el Arroyo de Celín (Dalías). © Fotografía: María Navarro
Seis rutas de sugerentes títulos que hicieron vivir el Milenio a las distintas comarcas almerienses: Tierras de Memoria en Los Vélez, Sendas de Oriente en Nacimiento, Semblanzas andalusíes en Los Filabres, Montañas de Leyenda en la Alpujarra, Esencias andalusíes en la Baja Alpujarra y Caminos de Frontera en el Levante. En 2015 se ampliaron estas rutas con otras tres más, a través de Cruce de civilizaciones en el Bajo Andarax, Cruce de caminos en el Medio Almanzora, y Sensaciones medievales en el Alto Almanzora.
El formato debía ser claramente interdisciplinar y diversificado, tanto en los puntos de interés como en la temática planteada. Ello implicó que, aunque el centro de interés sea el Milenio del Reino de Almería y el pasado hispanomusulmán en el territorio almeriense, hemos debido de incluir referencias de otros elementos patrimoniales de distintas épocas, aunque fueran con un papel secundario, porque no podíamos obviarlos. Así si hablábamos del pasado musulmán de Vélez Blanco no podíamos olvidar alguna referencia al castillo de los Fajardo o la iglesia de Santiago.
Lienzo de muralla de la antigua Alcazaba de Villa vieja (Berja). © Fotografía: Pako Manzano
Pero, además, no queríamos simplemente una visita turística con un guía muy especializado y preparado, en este caso Lorenzo Cara, sino completar con experiencias y sensaciones, y por ello, paralelamente al itinerario, se desarrollaron las actuaciones musicales de raíz árabe con Abdel Aziz Samsaoui, la proyección de algunos vídeos etnográficos de Javier Viana, o el comenzar los itinerarios con un desayuno de pastelería árabe. El pasado hispanomusulmán debía sentirse y disfrutarse.
Esta programación, lógicamente, tuvo un carácter efímero, pero nosotros queríamos mantenerla y proyectarla en el tiempo como un recurso turístico para cualquier almeriense o ciudadanos interesado en conocer nuestros testimonios del pasado hispanomusulmán, los Tesoros del Milenio.
Ascenso de un grupo hasta el Castillejo de Abrucena. © Fotografía: Lorenzo Cara
Detrás de todo este proyecto y los itinerarios programados está nuestro compromiso personal y colectivo por reivindicar el Patrimonio Histórico de la cultura hispanomusulmana, muchas veces desconocido, poco valorado (“ruinas o restos de los moros”, con un cierto desprecio en la expresión coloquial), espacios de leyenda, situados en ocasiones en lugares prácticamente inaccesibles, muy mal conservado (en muchos casos ruinas casi totales, como comprobaremos en los itinerarios), escasamente investigado…
Las huellas del pasado hispanomusulmán se convirtieron en un orientalismo nostálgico y costumbrista, característico del romanticismo del siglo XIX (aunque en realidad nada comprometido con su preservación para el futuro), pero partiendo de una obligada desaparición de esos testimonios musulmanes desde el horizonte cristiano y contrarreformista de la Edad Moderna, oscilando desde una memoria a extirpar a un halo de leyenda.
Hoy, en el siglo XXI, es el momento de recuperar esa memoria histórica, sin revancha pero con rotundidad, de reconocer esos bienes culturales del pasado medieval hispanomusulmán como un patrimonio a preservar. Porque nos define, nos singulariza, y del que tenemos que sentirnos orgullosos. Por eso lo mostramos en toda su crudeza, en lo positivo y negativo. No nos queda otro remedio.
A través de estos itinerarios hacemos una llamada de atención y una oportunidad para su recuperación en un territorio como el almeriense, ligado al Antiguo Reino de Granada, donde la huella fue especialmente significativa. Así estos itinerarios se convierten en una reivindicación y exigencia de rehabilitación y puesta en valor como equipamientos culturales y recursos turísticos.
Restos de la Alcazaba de Senés. © Fotografía: Pako Manzano
Debemos destacar especialmente, aparte de las numerosas colaboraciones citadas en cada itinerario concreto, la organización, diseño y desarrollo del proyecto Tesoros del Milenio por parte de Lorenzo Cara Barrionuevo, arqueólogo, historiador, técnico del Conjunto Monumental de La Alcazaba de Almería, investigador con una dilatada experiencia profesional en múltiples libros y publicaciones, y, sobre todo, apasionado y comprometido con nuestra tierra almeriense.
Programó estas nueve rutas con sus paradas en los distintos elementos patrimoniales y logró el entusiasmo y colaboración de la Diputación de Almería y Amigos de La Alcazaba de Almería. Estas páginas constituyen pues una reducida expresión de ese proyecto cultural y los itinerarios desarrollados en 2014 y 2015.
Animamos a conocer la huella hispanomusulmana en este territorio almeriense, nuestra provincia, a través de los Tesoros del Milenio. Seguro que la experiencia no les defraudará.
Restos de aljibes en el castillo de Velefique. © Fotografía: Pako Manzano
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